2 abr 2009

Lo que a la vida le da por contar.



Nunca le apedrearon tanto. No sabemos si a ella o a él, verdaderamente no importa. Iba camino de un islote, perdido. Ni tanto.

Ayer fueron cuatro negras en TUSSAM, hoy son tres ecuatorianas en mi calle. Mañana será una puta en Sierpes. Pasado mañana… pasado mañana fue hace dos días ya.

Todo es acelerar, frenar. Qué incómodo es el rojo… Hasta para algunos lánguidos es dificultoso el ámbar fijo. De verdad. Van cuarenta y cinco minutos ya. Voy tarde, total…

Se levanta otra vez más con el labio caído y el gesto fruncido. Otra vez.

Bosqueja la mañana, así que mejor retirar las pesadas sábanas pronto. Piensa que quizás se pudiera llevar lo del sueño a la vida, y lo de la vida al sueño. Pero no cabe.

Encuentra la felicidad en el sueño. En la vida también, pero menos, no te flipes. En el sueño cabe lo de la vida. En la vida no cabe nada de lo del sueño, sólo tú, o yo, depende.

Aquí andamos… pues mira… leía poemas decimonónicos… Espronceda, leía George Sand, Southey, Heinrich Heine, y otros tantos románticos. Parecía culto y no tenía ni idea. Escuchaba música de Gerwish, mismo. Creía que podría analizar, de análisis, descuartizar, fragmentar, y reestrucutar pinturas de Van Gogh, del Greco, incluso de Dalí. Y yo digo: y un mojón!

Y Dios me libre de ser así. Y me libren de que me libre Dios.

Luego que den pena, exijan derechos e incumplan deberes. Me niego. Se cuelan con la mano izquierda y yo no barro cáscaras de pipas de nadie.

Ve cables, camisas, folios en blanco, abre la puerta, sale, la cierra, camina, espera, levanta la mano . . . y empieza a pensar, porque se le perdió el “emepecuatro”.

4 comentarios:

  1. En el sueño cabe lo de la vida. En la vida no cabe nada de lo del sueño . . .

    ;)

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  2. Algunos leen poemas como comen churros en el portal, otros que escuchan música rara para parecer aún más raros (que creen extra-ordinarios), otros más que descodifican cuadros de Dalí por moda y por excéntrico, otros menos que escriben para que no escriban sobre ellos todos los anteriores( y que no sabemos lo que dirá de nosotros el gran escribidor) y total, todo para entender que lo importante radica en las pequeñas cosas, el emepecuatro, el alfiler con que matamos al al elefante. Sigue, Manuel.
    Alberto.

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  3. Me recuerda muchìsimo a Walkin Around de Neruda. Fantástico Manu :)

    "Que toda la vida es sueñom y lo sueños, sueños son"

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  4. Siempre pensé que que mi madurez y nivel cultural rondaba los suelos. Ahora que tú, mi amigo y compañero, demuestras superar con creces estos aspectos, soy consciente de que nunca seré tal de todo lo que me que da para llegar. ¿A dónde?, no lo sé.
    Puesto que nuncha lo sabré, copntinúa así y al menos tendré un camino que seguir.

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