12 ago 2009

Sin ruedecitas...


Iba conduciendo la inocencia sobre ruedas. La conciencia limpia, pero muy poco libre. Todo al antojo natural para el que estamos hechos, pero siempre con apoyos, con la línea que dibujan las losas, con el recorrido ya definido con rotulador rojo, con las ruedecitas que evitan la caída. La caída más escandalosa y menos dolorosa de todas. Todos se alarman y ella, intacta, sigue pedaleando. Sigue.

Esto nos falta. Picasso dijo que se llevó toda la vida aprendiendo para finalmente dibujar como un niño; y yo digo que el espíritu del niño ha muerto en el adulto, porque éste es un asesino ávido y letal, y veleidoso. El niño aspira, aunque sea a conseguir quitarle las ruedecitas a la bicicleta algún día, y no es poco. Apostaría por salirse de la línea roja, siempre que le deje el/su marco moral (lo que a ella vienen a ser las reglas del juego; las cuales reinventa día sí, día también).

Las aspiraciones reales están estancadas en principios rancios y con cimientos de paja. Esto da miedo. Lo de la casa, el trabajo, el coche, la moto en el garaje, el perro, la señora y lo de que los dolores de cabeza sean los justos . . . [Aprende a diferenciar lo relativo de lo que no lo es, y a sentar tus bases en el respeto]. La aspiración está en el segundo que está por venir (y que ya ha venido), en cada ocasión que se presenta (que son todas). En fabricar tu vida, en cambiar la canción que suena, apagar la tele, coserte la camisa y ponértela al revés. La diferencia se ha sobreprejuiciado. Mucho. Pero estoy seguro de que si se puso el vestido blanco con las zapatillas, fue porque le dio la gana; y muchas veces es la mejor razón. Keep breathing.



* La foto es autoría de Robinm. Dundas Square - Toronto - Julio 2009.


5 comentarios:

  1. Espero que cuando seas un escritor o pintor famoso (ambas están en potencia en ti)te sigas acordando de la que fue tu primera y más fiel seguidora.Adicta a mmc.

    Si me permites mi visión de tu "Las aspiraciones reales están estancadas en principios rancios y con cimientos de paja."

    Inteligente metáfora pero:
    Para mí las aspiraciones reales están acojonadas, la gente pisa el freno cuando sienten que les gustaría dejar todo excepto a una mochila compañera que les lleve a la India, o a algún lugar de ninguna parte, que es lo que les gustaría hacer, pero al final se casan o hipotecan (lo mismo es) y se quedan contemplando al que nunca sabrán si es el amor de su vida, mientras lo descubren, se autoconvencen.

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  2. Dejamos de ser niños demasiado pronto para ser adultos, toda nuestra vida. ¿Demasiado triste no?

    MMC, ¿has pensado por casualidad que se tengan miles de aspiraciones y que no se llegue a conseguir ninguna? Los adultos al menos suelen conseguir alguna, sea cual sea... todos conocemos a un adulto con alguna aspiración...
    O también es posible que ¿un adulto no tenga aspiraciones? yo creo que ese es el eje de la cuestión.
    Yo creo que no tengo aspiraciones seguras, muchas inseguras y ninguna concreta. Pero es de eso de lo que se trata ¿no? de tener motivos por los cuales no sabemos como será el final de algo.

    Eres grande tio, y escribes mejor aún. Pero el de tu foto, también es muy grande. Un diez por ambos.

    Saludos desde tierras de campiña

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  3. Manolito, siempre con tu influencia nietzscheana.
    Esa niña aún no ha pasado a ser camello, ni ha tenido que luchar cual leon enfurecido.
    Nacemos en un principio libres de cualquier norma o inpedimento para crear.
    Cada vez te veo mas infantil, cada vez que leo alguno de tus textos me recuerdas mas a un crio. cualquiera que piense que te estoy despreciando no sabes realmente lo que quiero decirte. Pero sé que tú si lo sabes.
    Continua tu evolución que ya las melenas felinas estan a punto de desaparecer de tu cabeza.

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  4. Así es: Keep Breathing.

    Manuel, tienes un gran talento al escribir. Tus ideas e historias son increíbles. Me ha encantado el post, realmente eres un autor emergente.

    Un saludo,
    Reyes

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  5. Es imposible correr en el sentido contrario al que gira el mundo, pero de vez en cuando, cuando ese movimiento cambia de ritmo, podemos mirar al lado o incluso tropezarnos e intentar quitarnos esas ruedad de las que hablas para darnos cuenta (o intenter creer) que realmente somos alguien en aquel abarrotado caos que es la vida.

    Así que lo mejor, como tu bien dice, es simplemente tomar decisiones no tan racionales y medidas, sino porque sí, porque nos apetece, porque nos hacen sentir vivos y algo más que unas marionetas en un teatrillo. Sin ruedas por favor.

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